Masa madre desecada (segunda parte). Rehidratación y reactivación.


SUGERENCIA sobre alimentación

                       

– Me he propuesto perder todos los kilos que me sobran, pero ¿nunca más podré hacer un extra? ¿Y si me invitan a una celebración? ¿Y si quiero salir con amigos?

Yo te recomendaría que al principio no lo hicieras. Es vital acostumbrarse a una nueva forma de alimentación. Se trata de adquirir nuevos hábitos de vida saludables, que mantendremos de por vida, y tanto en nuestra alimentación como en otros aspectos de la vida, es imposible adquirir un hábito si empezamos por romperlo.

Más adelante podrás hacer excepciones, una vez que adquieras un nuevo concepto, el de COMPENSAR.

Ante una celebración o una ocasión extraordinaria, empieza por prepararte el día anterior, restringiendo un poquito la ingesta.

El día de autos, recuerda: comer un poco más es distinto de ponerse las botas. Por ejemplo, en un cumpleaños, un sándwich con un refresco sin azúcar, un poquitín de la tarta y media copita de cava, para brindar. Es salirse de la dieta, pero con moderación.

Al día siguiente, compensa. Ayúdate de las ensaladas, las sopas de verdura, el yogur, los caldos, las infusiones, el huevo duro. Seguro que sabes a qué me refiero, y tu dietista te puede dar muchas más ideas.

De todos modos, hace tiempo que pienso, ¿es que todo lo tenemos que celebrar comiendo? Debe de ser así, porque en todo el mundo, en todas las culturas, las celebraciones giran en torno a la comida. ¿No podríamos celebrar las cosas haciendo, por ejemplo, una suelta de palomas? No, supongo que no. Entonces, tendremos que aprender a convivir con nuestras respectivas tradiciones culturales, haciendo énfasis en el placer de estar juntos, con la familia y los amigos, y aceptando la comida como un símbolo del deseo de compartir lo bueno que tenemos.

Consulta con tu médico y acude a un/a dietista antes de iniciar un plan de restricción calórica.
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Segunda parte: vamos a rehidratar  y reactivar la masa madre desecada para hacer pan pasado mañana

Siento mucho la mala calidad de algunas de las fotos. La mayoría están hechas en muy malas condiciones de iluminación, y al corregirlas con mi programa de edición de imagen, se ha creado un “ruido” que hace que aparezcan manchas amarillas en la masa y le da muy mal aspecto. Esto no es así en realidad, la masa madre es de color crema uniforme.

Tiempo de elaboración: 2 días de espera
Dificultad: baja
Coste: bajo
Fuente: propia

Ingredientes esenciales
25 gr de masa madre deshidratada
125 gr de agua a temperatura ambiente
100 gr de harina de fuerza
un frasco de aproximadamente 1 litro de capacidad
una cuchara
Ingredientes recomendados
un termómetro de ambiente
un termómetro de cocina
un contenedor para colocar dentro el frasco y prevenir derrames
un rotulador para hacer marcas (esto es para la primera vez, porque hace mucha ilusión)

1º) Rehidratar la masa madre
Es jueves por la mañana. He pensado hacer pan el sábado, así que este es el momento de preparar la masa madre con la que voy a levar la masa principal.

Ante todo, hay que lavar muy bien el frasco con agua caliente y detergente, y secarlo cuidadosamente.
Es recomendable que el proceso se lleve a cabo con una temperatura de entre 20 y 25º C. Pero si la temperatura desciende por la noche, no importa.
Es importante que se deje el frasco en un lugar tranquilo, sin que nadie lo ande tocando. También que no tenga corrientes de aire. Un armarito de la cocina es el lugar ideal. La fermentación produce anhídrido carbónico con un olor característico, como a ciruelas maduras. A mí me resulta agradable, pero a otras personas les puede molestar. El olor desaparece de cualquier lugar en cuanto se saca la masa madre.

Coloca la masa madre en un vasito y mide en otro vasito una cantidad de agua igual (unos 25 gr), siempre a temperatura ambiente (20-25º C).

Junta la masa madre y el agua en el frasco, remueve y déjalo descansar alrededor de una hora.
Mientras tanto, mide otros 50 gr de agua a temperatura ambiente, pero no los añadas todavía.

2) Reactivar de la masa madre.
Transcurrido el tiempo, añade al frasco esos 50 gr de agua y mezcla bien, aunque no importa que las escamas no se hayan disuelto completamente. Basta con que se haya disuelto la mayor parte.

Añade después 50 gr (unas 3 cucharadas colmadas, como la foto) de harina de fuerza, y mezcla bien. Se forma una masa más o menos consistente, según el tipo de harina y según lo colmadas que fueran las cucharadas. Esto tampoco tiene gran importancia.

Haz una marca en el frasco para poder vigilar la actividad y tápalo con un trapo o una servilleta de papel. No lo tapes completamente con una tapa, por ejemplo, porque la preparación necesita «respirar».

He anotado también las horas. Como se ve, 8 horas después, el jueves por la tarde, el nivel ha subido ya un poco. Hay algunas burbujas de gas. Hay que seguir esperando sin hacer nada más. Sobre todo, no remover.

Esto es lo que me encuentro a la mañana siguiente (el viernes). Hay un cambio de nivel apreciable y la masa está llena de burbujas. El olor es más fuerte, pero siempre es un olor «limpio».

Se ve que la masa se ha separado un poco por debajo, pero esto es perfectamente normal.

 A las 7:30 del viernes, hago un refresco, añadiendo a la masa otros 50 gr de agua a temperatura ambiente y otras 3 cucharadas de harina de fuerza. Mezclar bien y volver a marcar el nivel.

En este momento conviene meter el frasco dentro de un contenedor, por si la masa se desborda.

A las 9 de la mañana, solo hora y media más tarde, la masa está ya en plena actividad, homogénea y llena de burbujas.

Una hora después, ha doblado su volumen por completo.
En este momento tenemos ya 300 gr de masa madre perfectamente utilizable. En la mayoría de las recetas se suelen utilizar de 200 a 300 gramos. Ahora hay dos posibilidades:
Puedo usarla ahora mismo para preparar la masa del pan que quiero hacer. En ese caso, le daría un levado prolongado a baja temperatura, dejándola toda la noche dentro del frigorífico. El sábado por la mañana, lo de simpre, desgasificar, doblar, dar forma al pan, segundo levado (tiempo habitual, a temperatura ambiente), y al horno con él.
Pero si no me viene bien hacer eso, puedo guardar la masa madre en el frigorífico y hacer el pan mañana.

La metemos al frigorífico tal como está, con el contenedor, porque también hay un riesgo de que se derrame dentro, a pesar del frío. (Cuando la masa empieza a retroceder, ya se puede quitar el contenedor). En este caso, siguió creciendo un poquito pero no se derramó.

¿Hay diferencia entre hacer un primer levado prolongado dentro del frigorífico (toda la noche) y uno más corto (de 90 minutos a 2 horas) a temperatura ambiente? Siempre hay diferencia, como habréis notado si habéis trabajado alguna vez con prefermentos, pero al utilizar masa madre esa diferencia es aún más acusada. Cada masa madre es un mundo, pero como norma general, los levados largos en frío dan como resultado panes más aromáticos y los levados más cortos y a temperatura ambiente, panes más ácidos. Ambos son muy buenos, depende de nuestros gustos y de para qué los queramos.

Ah, y si sobra masa madre, nada nos impide volver a desecarla y añadirla a nuestro frasquito. La masa madre no “envejece”, ese es un concepto propio de los animales superiores. La masa madre es solo harina y agua que contiene una colonia simbiótica de microorganismos estúpidos que solo saben comer y soltar gases. Ya es hora de que les perdamos el respeto, aunque no el agradecimiento, y nos animemos a experimentar con ellos.

¡Felices horneados!


20 comentarios on “Masa madre desecada (segunda parte). Rehidratación y reactivación.”

  1. kako dice:

    Que maravilla como se ha hidratado y cómo vive!, te felicito por todos tus logros, debes estar como con juguete nuevo.
    Sobre las celebraciones en torno a la comida, yo soy una sibarita empedernida y considero la vida muy triste estando siempre restringido, creo que si uno se mantiene en su peso, con algunas variaciones, no puede permitir estar mirando como gato en carniceria, la vida se vive también disfrutando de la buena mesa.
    Besitos

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  2. Laube dice:

    Nik, qué buenísima explicación!. Me ha encantado todo el proceso. Muy bien explicado.
    Me guardo tus posts como oro en paño… jejejejejeje
    Un besote y muchas gracias!

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  3. thermo dice:

    Que bonitas burbujas, que bonito color, que bonito frasco y sobre todo que bonito y RICO pan saldrá de ahí.
    Gracias por haber experimentado pero sobre todo gracias por compartir tus buenos logros con los demás.
    Besazos.

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  4. Sole dice:

    excelente explicación, estoy tomando nota 🙂

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  5. Mayte dice:

    Fabulosa, ahí tengo la mía en el refri siempre lista para la marcha, pero si que he pensado en disecar alguna para luego y esta rehidratación me viene genial.

    Besiños.

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  6. pily dice:

    Me llegó tu entrada en el momento exacto ya que me ha llegado mi masa madre disecada desde España apenas ayer 😀 gracias a tí .
    Así que pronto serás abuela querida !!!
    «La masa madre es solo harina y agua que contiene una colonia simbiótica de microorganismos estúpidos que solo saben comer y soltar gases.» jajajajaja éso me ha hecho reír muchísimo 😀
    un beso

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  7. Lucia dice:

    Me quito el sombrero Nik! Una explicación fantástica!

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  8. Marisa dice:

    Sin palabras. No te preocupes por las fotos, se ve perfectamente el milagro. Me ha encantado y tengo que imprimir los dos posts para estudiarme cómo hacerlo y ponerme manos a la obra. Cuando lo haga, te lo diré. Gracias, de verdad.
    Sobre las celebraciones sé de lo que hablas, pero yo soy buena, por motivos de salud he tenido que mirar muchas veces cómo se ponian las botas los demás. Cuesta pero tener fuerza de voluntad también da alegrias. Un beso

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  9. Salomé dice:

    Buenísima explicación… se vé que lo has preparado a conciencia! Me encantó lo de celebrar con una suelta de palomas… estaría bien pero al final otros las cazarían y se las guisarían!

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  10. Morguix dice:

    No sé yo si algún día les perderé el respeto a las masas madre… Se ve tan sencillo con tus explicaciones, que igual termino por animarme. Es increíble ver cómo actúa de nuevo ese trocillo seco que parecía sin vida, jejeje…
    En cuanto a lo de las celebraciones y la comida, creo que tendremos que olvidarnos de tu idea de soltar palomas, jajaja…Hablo con amigos judíos, y se inflan a comer en Pesaj y demás. Hablo con amigos musulmanes, y mira los festejos que se pegan al acabar el Ramadán o en la fiesta del Cordero. Te vas a Estados Unidos, y se ponen púos el día de Acción de Gracias… Total, que es inútil luchar: lo único que podemos hacer es intentar no pasarnos demasiado…
    Besotes, guapa.

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  11. milita dice:

    Hola me encanta la explicación felicidades. Besiños Milita.

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  12. Salomé dice:

    Hola! Ya se que estas en el limbo del descanso pero como veo que aún lees y escribes… te cuento que estoy en proceso de ‘reactivación’ de mi masa madre desecada, como tengo puente y hasta el lunes no trabajo… ya te contare si lo conseguí!

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  13. Salomé dice:

    Hola, sobre la harina para la empanada es normal y corriente, de las del super, date cuenta de que NO es un pan, esa es parte de la gracia, no leva ni nada, es como las empanadas de las panaderias de los pueblos, las de las abuelas… el truco está en integrarlo todo bien hasta conseguir una bola pero no amasar o la dejas correosa, es como hacer pasta casera, luego la dejas en la bolsa plástica descansar, yo la tengo un rato en la cocina y a la nevera hasta que la necesite. Lo que me sobra lo congelo porque luego queda genial, incluso los recortes se unen al resto de la masa. La uso recién sacada de la nevera, la dejo un momento que pierda el frío y le das con el rodillo y extiende bien, si está caliente no hay quien le de forma porque se queda pegajosa. El otro truco es que el relleno debe estar muy frío, el de esta receta es de bote que ya es el colmo de lo fácil y evitas la parte más pesada que es testar sofriendo todo y salpicando toda la cocina. A mí no me importa encender el horno, la verdad es que hago pan todo el año. Despues de este rollo te dejo en tu descanso… espero que la hagas porque te va a gustar!
    Nuestra común amiga, le levadura en proceso de resucitación no tiene muy buena pinta en este momento la verdad, la voy a añadir la harina y el agua que le toca hoy a ver que pasa…

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  14. Salomé dice:

    Le añadí la harina, mitad de fuerza y mitad de centeno y se puso a burbujear como loca… no al momento claro! Ahora está en su fase final, mañana espero ver como está y utilizarla… continuará…

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  15. Salomé dice:

    Funcionó! Creo que al principio se estaba haciendo la muerta pero la harina de centeno le encantó! Hice unas barras que hacía bastante que les había echado el ojo de Wild Yeast, tambien que osadía cuando ni sabía si estaría activa pero quedaron genial.

    Ahora tengo que resucitar la que deje congelada, tengo impreso un artículo de Dan Lepard donde explica como…

    continuará…

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    • Nikk dice:

      Ya tengo ganas de ver esas barras. Espero que me cuentes cómo te va con la congelada. Yo congelé un poco de mi masa madre, pero en una limpieza de congelador furibunda la tiré por error, y como últimamente no hago pan. ¡Ay, cuánto me queda por aprender!

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  16. Salomé dice:

    Como me gusta que aparezcas de vez en cuando… no sólo es porque me encante ver tus comentarios sino porque tenía miedo de que hubieses desaparecido! Aún no publique las barras del experimento, creo que la semana próxima les toca porque tengo un pila de panes para publicar…

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  17. Salomé dice:

    Me encanta que aparezcas de vez en cuando… gracias por tu comentario, a ver si me pongo las pilas y publico las resucitaciones que últimamente estoy con los panes comepanes! el domingo es el día mundial del pan… no sería un día ideal para volver? Anímate… ya verás mi monstruo! Besos Nikk.

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